Concurso Bicentenario



REFLEXION ACERCA DE LA CIUDAD

La expansión de la ciudad sobre el río, en su búsqueda de posicionarse como una potencia ante las demandas del comercio y el turismo (Puertos, Aeroparques, etc) supuso también el trazado de infraestructuras de circulación, carga y transferencia necesarias para su correcto desarrollo y funcionamiento (Av Alem-Madero, vías ferroviarias, Autopista Ribereña, etc).
Si bien en este bicentenario la ciudad supo adaptarse a los cambios (refuncionalización del Puerto Madero, etc), todavía experimenta problemas a la hora de absorber esta barrera, la cual que impide la utilización efectiva de los espacios públicos y el acceso al río.
La Dársena Norte representa una gran posibilidad de devolver al Centro su vinculación con el Río. A menos de 400 metros entre ambas, resulta indispensable valerse de esta cercanía a la hora de definir una propuesta basada en la peatonalidad.
Es así como se plantea unir el ex Astillero Tandanor, el Hotel de los Inmigrantes y el Apostadero Naval (futuros programas culturales), al Área Central a través de Catalinas Norte por medio de parques y explanadas publicas que generarán una secuencia espacial diversa y única en la ciudad.
El circuito peatonal propuesto se inicia tomando como eje la peatonalidad de la calle Florida sobre su desembocadura en la Plaza San Martín en un extremo, y la cualidad de portal de conexión al río de nuestro terreno en el otro. La ciudad obtendrá de esta manera una salida franca al río por medio de un sistema de parques y explanadas desarrolladas a través de Catalinas Norte.
Las características topográficas del área representadas en sus barrancas, crean visuales excepcionales sobre las grandes torres del distrito corporativo de la ciudad, complementadas por edificios pertenecientes al patrimonio arquitectónico tales como el del Yacht Club, Hotel de los Inmigrantes y el Apostadero Naval (futuro Museo Naval).
Como un parque entre el río y la ciudad, un horizonte oculto a los ciudadanos buscara abrirse para festejar la relación que toda ciudad portuaria debe tener con el agua. El Crisol del Bicentenario extiende su territorio valiéndose del perfil mismo de la ciudad. Se apropia de su vacío a partir de una monumental cubierta que pretende enfatizar la experiencia de la contemplación. Una cubierta que no busca modificar lo que la rodea sino valorizarse a si misma gracias a su entorno.
Sobre la misma un gran campo, la llanura en la ciudad, la pampa y el río.







CRISOL DE CARA AL RIO

El crisol contiene la experiencia de una mezcla.
Es el punto de encuentro donde se funden elementos diversos, culturas ajenas y polos opuestos.
Hay crisoles de palabras, de imágenes, de pensamientos, de razas, de etnias, de paisajes.
El crisol no distingue diferencias. Sólo es fuerza que une.





Es el elemento esencial de nuestra identidad, de nuestra cultura, de nuestro origen. El crisol es el campo en la ciudad. Y la ciudad en el campo. El arte en la tierra y el pasto en el cielo. Es una forma de homenajear nuestra diversidad, nuestra mezcla, nuestro cambalache. Nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro.







Estudio Minond + REMOLINO + O N A S